Desmontando la Agenda Oculta desde el Lenguaje con Carme Jiménez Huertas, Carlos & Luis
Descubriendo cómo se manipula el discurso con el lenguaje de la posverdad para impedir el discernimiento. Una propuesta para un acercamiento al lenguaje como un camino hacia la libertad, la salud y la conciencia.enlace al vídeo de la entrevista |
enlace al audio de la entrevista |
Carmen Jiménez Huertas estoy anodadado con su experiencia la verdad fue un acierto saber de usted soy un loco de la lectura y de la historia , estoy actualmente escribiendo mi biografía y tengo cerca de 2000 poesías de todo tipo mías, también coplas y algo más por ahí pero viendo la sabiduría de usted es un placer para aprender lo infinito que falta y usted lo tiene gracias gracias gracias mi correo es ,. tenerifethai@gmail.com
ResponEliminaMe encanta escucharte aprendo mucho contigo! el lenguaje que importante que es! Lo que explicas lo explicas que se entiende muy bien. Gracias!
ResponEliminaMuy buenas, doña Carme:
ResponEliminaLe escribo por aquí para un off-topic total porque es el primer artículo de la lista y no he encontrado un correo electrónico al que escribirle.
Respecto a lo que comenta usted en su libro "Estamos hechos de lenguaje" sobre la etimología de las palabras "bandera", "bando", "banco", etc, supongo (porque no dice nada al respecto) que no sabe usted POR QUÉ la raíz "ban-" significa "grupo". Es decir, de dónde viene el asunto.
La respuesta a pregunta tan intrigante la puede usted encontrar en el artículo de Martín Almagro-Gorbea "El centro interior de Portugal y el origen de los lusitanos", descargable desde academia.edu de manera gratuita, concretamente en la página 19 del PDF, capítulo "Religion y creencias".
Cito:
"Bandua [una conocida deidad hispanocelta] se ha relacionado con *
bhendh-, ‘unir’, y se
interpreta como divinidad de la devotio [...] y de la cohesión social".
Una nota: esa raíz "bhendh-" de la que habla Almagro-Gorbea es indoeuropea, y aquí conviene decir que, en origen, los dioses indoeuropeos eran muy abstractos (anicónicos y no sexuados ni personalizados), y en contra de la creencia más extendida no representaban elementos concretos como el rayo, el sol o el ganado per se, sino las fuerzas cósmicas que hacían funcionar dichos elementos (el universo, vaya), más o menos como, en la mitología hindú de los primeros Vedas Visnú, Brahma y Shiva representaban los principios de la creación, el equilibrio y la destrucción. Y dichos dioses tenían por nombre las mismas palabras de los principios cósmicos bajo su control, de tal manera que la deidad del movimiento se llamaría "Movimiento" y la del calor del fuego se llamaría "Fuego". No son ejemplos reales, ni literalmente exactos, pero es por hacerme entender. El caso es que, en aquel ambiente indoeuropeo, la deidad y el principio cósmico al que correspondía se confundían (o se identificaban mutuamente), de manera que no tiene nada de raro que, del nombre de un dios, derivasen (y pueda inferirse el significado de) palabras cotidianas y de uso común, porque de hecho los nombres de las deidades derivaban a su vez de ciertas palabras de uso común. Es decir, que entre los indoeuropeos el léxico y la religión iban de la mano, se confundían y entremezclaban, de tal manera que el significado de "ban-" (los grupos humanos) puede traducirse como "los que están unidos" (significado común y cotidiano), tanto como "los que se encuentran bajo la tutela/protección/control de la deidad llamada Bandua" (significado religioso).
Es decir, y resumiendo, que aunque los significados originales de "bandera", bando" o "banco" PODRÍAN tener un sentido sacro, también podrían no tenerlo, o tenerlo y no tenerlo a la vez, lo cual me parece un matiz importante de cara a afinar más futuros análisis y descubrimientos.
Un saludo :)
Otra cosa que me dejaba:
ResponEliminaLo dicho para el léxico y la religiosidad de los indoeuropeos (que van de la mano) también se aplica a cuestiones científicas, filosóficas e ideológicas.
Así, por ejemplo, tenemos la palabra hispanocelta "lancea", que significa "lanza", de la cual derivaban muchos etnónimos como "lancienses" ("los lanceros") y topónimos como "Lancia" ("ciudad/pueblo/aldea/lugar de los lanceros"). Pero, teniendo en cuenta que esas "lanceas" no eran en origen armas arrojadizas, sino de cuerpo a cuerpo (las arrojadizas se llamaban "dardos" o "jabalinas"), se me ocurre que es posible que la palabra "lanzado", en su acepción de "gallardo", "valiente", "arrojado" no provenga, como parece, del participio del verbo "lanzar", sino del etnónimo, con lo que su sentido literal originario no sería "el que se arroja hacia adelante como una lanza" (acepción metafórica), sino más bien "el que es valiente como los lanceros celtas" (acepción filosófica, ideológica e identitaria).
Quizás no sea el ejemplo más afortunado (estas cosas no se me dan muy bien), pero de todas formas, y en un sentido metodológico, pienso que tener esto en cuenta tal vez podría ser útil para ensanchar la visión y quizás contemplar posibilidades que, de otra forma, podrían pasarse por alto.
Creo que ahora sí he terminado.
Otro saludo :)
Puf Almagro...un personaje muy peligroso.
ResponEliminaDe lo que has dicho... topónimos describen las características geograficas, que coincidan en el léxico con otras palabras suele ser casualidad.
No tiene nada que ver.
Lo de bandua...echa un repaso a los números ibéricos o a la lengua vasca y comprenderás lo que significa la raíz "ban"