El consonantismo del latín era mucho más reducido que el de las lenguas romances. Tenía sólo 14 consonantes frente a las 19 del castellano y las 23 del catalán. Las consonantes se distribuían en sólo tres órdenes: labial, dentoalveolar y velar.
La gramática histórica ha estudiado los fenómenos de inflexión, asimilación disimilación, supresión y adición de sonidos vocálicos y la sonorización, ensordecimiento, fricatización y palatalización de sonidos consonánticos de las lenguas romances en relación con el latín tratando de describir todos estos procesos. Las diferencias del inventario fonético son tan grandes que ha sido necesario establecer complicadas relaciones evolutivas.
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